Un jurado de Los Ángeles acaba de conceder 417 millones de dólares por daños y perjuicios a una recepcionista que desarrolló cáncer de ovario tras usar Johnson's Baby Powder durante décadas. Esta podría ser la mayor indemnización en una demanda que relaciona el cáncer de ovario con los polvos de talco.
Eva Echeverría es una de las miles de mujeres que han demandado a Johnson & Johnson por considerar que el talco para bebés de la empresa les causó cáncer. Hasta ahora, sólo unos pocos casos han llegado a juicio, pero la mayoría han fallado en contra de la empresa.
El talco para bebés se ha utilizado para evitar las rozaduras en la cara interna de los muslos y en la ropa interior y los productos femeninos por sus efectos secantes.
Echeverría empezó a utilizar el producto cuando tenía 11 años. Siguió utilizándolo después de que le diagnosticaran cáncer de ovario en 2007. No fue hasta que se enteró por las noticias de una demanda contra Johnson & Johnson que dejó de usar talco para bebés.
Un portavoz de Johnson & Johnson declaró que la empresa recurrirá el veredicto y "seguirá defendiendo la seguridad de Johnson's Baby Powder", según The New York Times. Johnson & Johnson defendió la seguridad de su producto citando un estudio realizado a principios de este año por el Instituto Nacional del Cáncer. El estudio concluyó que "el peso de las pruebas no apoya una asociación entre la exposición perineal al talco y un mayor riesgo de cáncer de ovario".
Desde los años setenta se viene estudiando si los polvos de talco provocan cáncer de ovario. Hasta ahora, los resultados no han sido consistentes y muchos científicos han pedido que se realicen más investigaciones sobre este tema. Algunos científicos han planteado la hipótesis de que puede haber una conexión entre los polvos de talco y el cáncer porque los cristales de talco pueden ascender por el tracto genitourinario hasta la cavidad peritoneal, donde los cristales pueden inducir inflamación. Se cree que la inflamación desempeña un papel en el desarrollo del cáncer de ovario. Además, se ha encontrado talco en tumores de ovario.
La Administración de Alimentos y Medicamentos denegó en 2014 las peticiones de los ciudadanos para exigir etiquetas de advertencia en los polvos de talco, según The Washington Post. En aquel momento, la agencia no encontró una relación entre los polvos de talco y el cáncer basándose en una revisión de la literatura científica. Desde entonces, la FDA ha seguido recibiendo "informes de acontecimientos adversos" relacionados con los polvos de talco. La agencia ha decidido abrir una nueva revisión de la relación entre los polvos de talco y el cáncer.
