La FDA ha aconsejado recientemente a los profesionales sanitarios que no utilicen dispositivos inyectores para administrar vacunas contra la gripe, debido a la preocupación que suscita su eficacia y seguridad.
En la actualidad, sólo una vacuna, la del sarampión, las paperas y la rubéola (SPR), está aprobada para su administración mediante inyector a chorro.
Por el contrario, las vacunas antigripales han sido aprobadas por la FDA para su administración mediante inyección con aguja o pulverizador nasal, y no han sido evaluadas para su administración mediante inyección a chorro.
La FDA subrayó que los inyectores de chorro representan un método diferente de administración que tiene el potencial de cambiar las características de una vacuna aprobada.
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