A finales del mes pasado, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE.UU. emitió una alerta dirigida a los profesionales sanitarios y las organizaciones odontológicas en relación con las quemaduras sufridas por los pacientes a causa de las piezas de mano dentales. Se trata de dispositivos manuales alimentados por corriente alterna que se utilizan para preparar cavidades dentales para restauraciones, como empastes, y para limpiar los dientes. Las quemaduras sufridas por los pacientes a causa de los irrigadores dentales van desde quemaduras de primer grado hasta quemaduras de tercer grado que requieren cirugía reconstructiva.
Cuando las piezas de mano eléctricas se sobrecalientan durante los procedimientos dentales, pueden producirse quemaduras graves en el paciente. Las quemaduras pueden no ser evidentes para el operador o el paciente hasta después de que se haya producido el daño tisular, porque el paciente anestesiado no puede sentir el tejido quemándose y la carcasa de la pieza de mano aísla al operador del accesorio calentado.
La FDA ha enviado cartas a los fabricantes de los dispositivos pidiéndoles que: identifiquen las causas fundamentales del peligro de sobrecalentamiento; determinen si los usuarios comprenden el etiquetado de las piezas de mano y si es factible el mantenimiento requerido; y consideren medidas de mitigación del riesgo como la modificación del diseño, la adición de una alarma de sobrecalentamiento, etiquetas de advertencia, formación de los operarios para evitar el sobrecalentamiento o modificación del uso de las piezas de mano.
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