USA Today, en colaboración con ProPublica, ha sacado a la luz una preocupante relación entre los grupos profesionales médicos -que establecen directrices nacionales para los tratamientos, ejercen presión en el Congreso, promueven la concienciación sobre las enfermedades y proporcionan información sobre tratamientos al público- y las empresas de dispositivos médicos y fármacos. El artículo utiliza el ejemplo de la Sociedad del Ritmo Cardíaco, uno de los pocos grupos médicos que hacen públicos los detalles relativos a sus finanzas. Casi la mitad de los 16 millones de dólares recaudados por la Sociedad del Ritmo Cardíaco en 2010 procedían de fabricantes de fármacos, catéteres y desfibriladores utilizados para controlar los ritmos cardíacos anormales.
Los miembros de la sociedad que asistieron a una conferencia la semana pasada se vieron asediados por el patrocinio empresarial, incluidas muestras de un nuevo medicamento cardiaco que les dejaron en sus habitaciones de hotel. Los responsables de la Heart Rhythm Society afirman que el dinero de la industria no compra influencias y ayuda a desarrollar nuevos tratamientos. El principal patrocinador de la sociedad, Medtronic, declaró que las sociedades médicas desempeñan un papel importante en la educación de los médicos sobre sus dispositivos; dos de los otros financiadores de la sociedad han pagado millones en los últimos años para resolver las acusaciones federales de que pagaron indebidamente sobornos a los médicos para que utilizaran sus dispositivos cardíacos. Lea aquí el artículo completo sobre este tema.
A principios de este año, un estudio publicado en el Journal of the American Medical Association reveló que más de uno de cada cinco pacientes que recibieron desfibriladores cardiacos no cumplían los criterios científicos para recibirlos. Teniendo en cuenta el número de errores evitables que se producen y los riesgos que entraña la implantación de dispositivos médicos en los pacientes, todos deberíamos ser conscientes de la estrecha relación que existe entre los médicos y las empresas farmacéuticas.
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