CBS Seattle informa de que la obesidad aumenta el riesgo de que un conductor sufra un accidente de coche, y aumenta el riesgo de sufrir lesiones graves o de morir en un accidente.
El estudio, publicado en el Journal of Transportation Safety & Security, concluye que "se cree que la mala adaptación del coche a la persona es la principal causa" del riesgo añadido de lesiones o muerte de las víctimas obesas de accidentes de tráfico. La mayoría de los coches están diseñados para conductores más pequeños: en caso de colisión, una persona obesa no está correctamente colocada para ser protegida por los cinturones de seguridad o los airbags.
Otros estudios han demostrado también un mayor riesgo de accidentes y muertes para los conductores obesos debido a problemas de salud relacionados con el peso; además, cuanto mayor es una persona, menos probable es que utilice el cinturón de seguridad. A principios de este año, The American Journal of Emergency Medicine descubrió que un conductor moderadamente obeso tiene un 21% más de riesgo de morir en un accidente de tráfico grave, y que un conductor con obesidad mórbida tiene un 56% más de probabilidades de fallecer.
Los investigadores concluyen que los fabricantes de automóviles deben diseñar vehículos con elementos de seguridad que puedan ajustarse para proteger a los conductores de distintos pesos y tallas, y empezar a realizar pruebas de seguridad estándar con modelos de mayor tamaño sometidos a pruebas de choque.
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