El condado de Niágara, en Nueva York, ha llegado a un acuerdo por casi 3 millones de dólares en el caso de Glenn Annalora, que murió atropellado por un ayudante del sheriff que circulaba a gran velocidad. Este acuerdo requirió la aprobación de la asamblea legislativa del condado de Niágara, que votó por unanimidad esta semana el acuerdo con la viuda del hombre. El condado era responsable porque el ayudante estaba de servicio cuando se produjo el incidente.
En octubre de 2015, el ayudante James Bissell conducía en dirección sur cuando se saltó una señal de stop y chocó contra el vehículo de Glenn Annalora, que se dirigía en dirección este por una intersección. La caja negra del coche patrulla mostró que el ayudante del sheriff Bissell conducía a 74 millas por hora y encendió las luces superiores apenas cinco segundos antes del choque. El agente Bissell pisó el freno y circulaba a 53 millas por hora en el momento del impacto que mató a Glenn Annalora. Su esposa, Mary Annalora, iba de pasajera en el vehículo y sufrió fracturas de costillas y vértebras como consecuencia del choque.
El ayudante Bissell no respondía a ninguna llamada cuando se produjo el accidente. Se lesionó la cabeza en el incidente y afirma que no recuerda lo que pasó. El ayudante Bissell dimitió dos meses después del accidente y se declaró culpable de saltarse una señal de stop, exceso de velocidad imprudente y no ceder el paso. Sólo llevaba 39 días en el cargo cuando ocurrió el incidente.
El ayudante del fiscal del condado, John Ottaviano, que representó al condado en el acuerdo con Mary Annalora, declaró a The Buffalo News que en este caso no se trataba de una cuestión de culpa, sino que se centraba en los daños causados por el incidente.
Los 2,75 millones de dólares pagados a Mary Annalora suponen casi el 12% de los fondos excedentes del condado. Si el caso no se resolvía esta semana, el acuerdo de conciliación se habría anulado y el caso habría ido a juicio a finales de septiembre.