Argumentando a favor de la reforma de la responsabilidad civil, un reciente artículo del New York Times señalaba la afluencia de médicos a Texas tras la limitación de las indemnizaciones por negligencia médica en 2003. Sin embargo, en una reciente entrada de blog, el abogado neoyorquino especializado en lesiones personales Eric Turkewitz, discrepa de la afirmación del Times de que, durante el mismo periodo, las acciones disciplinarias contra los médicos sólo habían aumentado un 8%.
Turkewitz cita la siguiente estadística directamente del artículo: "Desde 2003, las investigaciones a médicos han subido un 40 por ciento, las quejas de pacientes un 25 por ciento y las acciones disciplinarias un 8 por ciento". (citando a Jill Wiggins, portavoz de la Junta Médica de Texas).
Pero, como señala Turkewitz, la propia página web de la Junta contradice esta afirmación, mostrando en su lugar que las acciones disciplinarias aumentaron de 187 en 2002 a 335 en 2006. Matemáticamente, esto representa un aumento del 79% (Turkewitz supone que el "error del 8%" se debe a una comparación entre 2006 y 2005, cuando se iniciaron 304 acciones).
La conclusión obvia es que poner un tope a las indemnizaciones por negligencia médica tiene un lado negativo en términos de calidad de la atención: como dice Turkewitz, "Texas está recibiendo claramente más médicos. Sólo que puede que no sean los que usted quiere".
