Un nuevo estudio de la Facultad de Medicina de Harvard revela que hasta el 17% de los médicos encuestados tenía conocimiento directo y personal de un médico deficiente o incompetente en su lugar de trabajo. Sin embargo, un tercio de esos médicos no había denunciado al colega a las autoridades, como los responsables del hospital o las juntas médicas estatales. Entre las razones citadas por los médicos están la creencia de que alguien se ocupará de ello, que no pasará nada si actúan o que podrían ser objeto de represalias por denunciar a un colega.
Lo cierto es que existen programas para reciclar a los médicos poco cualificados o poner en tratamiento a los adictos. Pero los resultados de la encuesta sugieren que los médicos no confían en el sistema.
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