A principios de este mes, las autoridades sanitarias advirtieron de que los compradores de una tienda Costco en Lynwood, Washington, habían enfermado tras consumir la ensalada de pollo asado. En este blog nos adentraremos en algunos de los detalles de las enfermedades transmitidas por los alimentos y las consideraciones a tener en cuenta para presentar un caso tras consumir un producto contaminado.
Parece que cada mes hay una nueva historia de alimentos contaminados y un brote de salmonela u otro patógeno transmitido por los alimentos. El año pasado, 45 personas enfermaron por E. coli procedente de Chipotle en seis regiones, entre ellas Washington y Oregón.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), se sabe que hay 31 patógenos causantes de enfermedades transmitidas por los alimentos. Además, hay una serie de "agentes no especificados" que aún no han sido identificados ni rastreados, pero que pueden causar enfermedades de origen alimentario. El agente patógeno que causa más enfermedades es el norovirus, que provoca una inflamación del tracto gastrointestinal. El segundo patógeno más común es la salmonela.
Las enfermedades transmitidas por los alimentos no sólo las provoca la carne, sino que también pueden contagiarse a partir de frutas y verduras. Los alimentos pueden contaminarse si se lavan con agua contaminada, o si la carne se infecta durante su procesamiento. Cuando se producen enfermedades de transmisión alimentaria a gran escala, los CDC suelen investigar el brote para identificar la causa y ayudar a reducir su propagación. Los síntomas de una enfermedad de transmisión alimentaria pueden incluir: náuseas, calambres abdominales, fiebre y dolores de cabeza.
Los CDC calculan que 47,8 millones de estadounidenses, es decir, uno de cada seis, enferman cada año de enfermedades transmitidas por los alimentos. Aproximadamente 128.000 de esos estadounidenses son hospitalizados y 3.000 mueren cada año por enfermedades causadas por los alimentos. Cualquiera puede ser susceptible de contraer enfermedades transmitidas por los alimentos, pero las mujeres embarazadas, los niños, los ancianos y las personas con sistemas inmunitarios debilitados corren especial riesgo.
Algunas formas de prevenir las enfermedades transmitidas por los alimentos son: descongelar los alimentos en el frigorífico o en el microondas en lugar de en la encimera, utilizar tablas de cortar distintas para la carne y las verduras y refrigerar las sobras lo antes posible después de las comidas. Para más consejos, pulse aquí.
Si ha sufrido las molestias de una enfermedad transmitida por los alimentos, tal vez se pregunte si puede demandar a la empresa cuyo producto le hizo enfermar. No existe una regla rígida y rápida. La respuesta depende de las circunstancias de su enfermedad, como cuánto tiempo después de consumir el producto enfermó, si la cepa concreta del microbio está vinculada a un brote, entre otras. Probar los casos de enfermedades transmitidas por los alimentos puede ser difícil: debe demostrar que los alimentos que consumió estaban contaminados y que le causaron la enfermedad.
