El 9 de noviembre de 2009, la Comisión para la Seguridad de los Productos de Consumo de EE.UU. ("CPSC") anunció la retirada voluntaria del mercado de un fabricante de cochecitos porque "el mecanismo de bisagra del cochecito supone un riesgo de amputación y laceración de las yemas de los dedos del niño cuando el consumidor despliega/abre el cochecito". (Comunicado de la CPSC nº 10-033). Según las estadísticas recopiladas por la CPSC, la empresa de cochecitos ya ha recibido 12 informes de amputaciones de dedos en Estados Unidos. Se desconoce cuántos niños más han sufrido lesiones graves y permanentes.
Todas las amputaciones y otras lesiones sufridas por los niños eran fácilmente evitables si el fabricante del cochecito hubiera tomado medidas razonables para proteger a los niños. Según un informe de la British Broadcasting Corporation ("BBC"), la retirada no afecta a los modelos vendidos en el Reino Unido. Lamentablemente, esto refleja una disparidad común entre la protección de la seguridad de los consumidores infantiles en los EE.UU. y en el resto del mundo desarrollado. En este caso concreto, parece que la bisagra peligrosa de los cochecitos vendidos en los EE.UU. no contiene la cubierta sobre la bisagra que se encuentra en los cochecitos vendidos fuera de los EE.UU..En este caso concreto, parece que la bisagra peligrosa de los cochecitos vendidos en EE.UU. no lleva una cubierta que sí llevan los cochecitos vendidos fuera de EE.UU. Esta cubierta sencilla y barata habría evitado la amputación de los 12 niños.
El futuro no parece más halagüeño. Aunque las empresas tienden a preferir las retiradas voluntarias menos costosas, la respuesta del fabricante de cochecitos y de la CPSC no es lo suficientemente contundente como para evitar lesiones graves a futuros niños. Una vez que la CPSC publica el aviso de retirada voluntaria, los requisitos legales de una retirada voluntaria permiten al fabricante de cochecitos sentarse a esperar a que los consumidores afectados acudan a ellos para recibir un "kit de reparación gratuito". Por desgracia, los padres que no vean el aviso de retirada seguirán utilizando sus cochecitos sin darse cuenta del riesgo de amputación que este producto cotidiano supone para sus hijos pequeños. Con un sistema de retirada más estricto, el fabricante se vería obligado a localizar y reparar todos los productos peligrosos que pusiera en los hogares de todo el país.
Independientemente de la naturaleza de la respuesta de la CPSC y del fabricante del producto, los fabricantes de cochecitos (al igual que cualquier otro fabricante de productos) pueden ser responsabilizados en una demanda civil garantizada por nuestras constituciones estatal y federal.
Los padres deben dejar de utilizar inmediatamente su cochecito si ha sido fabricado por Maclaren, que fabricó los cochecitos sujetos a la retirada, y ponerse en contacto con el fabricante del cochecito para obtener gratuitamente las cubiertas de las bisagras que protegen a sus hijos. Además, sea cual sea la empresa que fabricó el cochecito, todos los padres deben inspeccionar cuidadosamente los cochecitos de sus hijos en busca de bisagras expuestas que también puedan suponer un riesgo de daños. Los padres no deben dudar en ponerse en contacto con los fabricantes de cochecitos y los vendedores de estos productos para obtener más información sobre la seguridad de los niños.
Los padres cuyo hijo ya ha sufrido lesiones debido a un cochecito u otro producto infantil innecesariamente peligroso pueden tener derecho a exigir responsabilidades al fabricante.
ACTUALIZACIÓN: Según Associated Press, hoy, 20 de enero de 2010, se ha anunciado la retirada del mercado de 1,5 millones de cochecitos Graco debido a la amputación de las puntas de los dedos. Para obtener más información sobre la retirada, haga clic aquí.
