Esta semana, muchos de nosotros nos estremecemos de horror y miedo ante las acusaciones de encubrimiento de abusos sexuales a menores en Penn State. Si hay algo bueno que pueda salir de este escándalo, que sea la reavivación de un debate nacional sobre el problema, a menudo oculto, de los abusos sexuales.
Instituciones como escuelas, iglesias y organizaciones juveniles tienen la responsabilidad de mantener a salvo a los niños. Pero se ha hecho tristemente obvio que, como padres y ciudadanos, todos debemos ser conscientes de los peligros que plantean los depredadores sexuales. En lugar de ser los protectores de nuestros hijos, muchas instituciones están "encubriendo" actos despreciables de malhechores.
Esto es lo que puedes hacer:
- Conozca los hechos. Darkness to Light, organización creada para prevenir los abusos sexuales a menores, afirma que "los expertos estiman que 1 de cada 4 chicas y 1 de cada 6 chicos sufren abusos sexuales antes de cumplir los 18 años", y que "la mayoría de las víctimas infantiles nunca denuncian los abusos". Véase 7 pasos para proteger a nuestros hijos de los abusos sexuales.
- Conozca el perfil de los abusadores sexuales. Las investigaciones demuestran que los abusadores suelen tener la apariencia de ciudadanos respetables y corrientes, pero se colocan en situaciones en las que se les puede confiar el acceso a las víctimas. Sea consciente de cualquier situación individual en la que su hijo pueda estar con otro adulto, y asegúrese de que esas situaciones son observables.
- Conozca los signos de abuso sexual. Estos varían según la edad, pero en el caso de los niños pueden incluir pesadillas o problemas de sueño, nuevos temores a determinadas personas o lugares, o exhibición de comportamientos, lenguaje y conocimientos sexuales propios de los adultos. Aunque cualquiera puede ser víctima de abusos sexuales, los niños y los ancianos son los más vulnerables. Precisamente el año pasado, The Oregonian inició una investigación sobre los abusos sexuales en residencias de ancianos.
- Saber cuándo hablar. Parece que el instinto humano normal y la lógica dictarían que, si se sospecha de un abuso sexual infantil, es necesario presentar una denuncia formal ante un organismo externo que pueda tomar medidas para proteger al niño. Una de las partes más alarmantes del actual escándalo de abusos sexuales en Penn State es el número de personas que, evidentemente, estaban al corriente y no se pusieron en contacto con la policía. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades han desarrollado una serie de directrices para ayudar a prevenir el abuso sexual infantil en las organizaciones que sirven a los niños, afirmando que "es vital que las organizaciones que sirven a los jóvenes creen una cultura en la que se hable, se aborde y se prevenga el abuso sexual infantil."
En un comunicado de prensa emitido esta semana, el Centro Nacional para las Víctimas de Delitos expresó:
No podría estar más de acuerdo.
Línea nacional de ayuda contra el abuso sexual infantil: 866-367-5444
Tom D'Amore es miembro de la Asociación Nacional de Abogados de Víctimas de Delitos.
