Todo el mundo sabe, o debería saber, que cualquier intervención quirúrgica conlleva riesgos. Parece que menos gente es consciente de los riesgos de los procedimientos cosméticos no quirúrgicos, como las inyecciones de toxina botulínica (Botox) o los tratamientos con láser. Las personas que no se plantearían un lifting facial tradicional -que puede dejar cicatrices y daños permanentes y es prohibitivamente caro- recurren a sustitutos menos costosos y teóricamente más seguros, como los rellenos cosméticos inyectables.
Aunque muchos de estos procedimientos estéticos diseñados no requieren cortes, estancias hospitalarias ni siquiera consultas médicas, siguen presentando graves riesgos y deben ser realizados por personal médico bien formado. Según la Physician's Coalition for Injectable Safety (se trata de una organización real), la creciente popularidad de estos procedimientos no quirúrgicos ha dado lugar "a un aumento de las inyecciones ilegales con sustancias peligrosas por parte de inyectores sin licencia o no cualificados".
Entre los problemas señalados figuran los tratamientos con IPL (luz pulsada intensa) que provocan "una sensación permanente de quemazón" o cicatrices permanentes. Los rellenos que se inyectan accidentalmente en un vaso sanguíneo pueden hacer que la piel muera y se ponga negra. Las inyecciones de botox en el lugar equivocado pueden provocar el hundimiento del párpado.
USA Today ha publicado recientemente una serie de artículos y vídeos sobre este tema, incluida esta lista:
Pasos a seguir si se está considerando la cirugía estética
- Averigüe si su médico está colegiado en cirugía plástica
- Averigüe si su médico está colegiado y si tiene alguna acción disciplinaria en el estado.
- Solicitar el perfil completo del médico y el informe de antecedentes disciplinarios
- Búsqueda de centros quirúrgicos acreditados