La seguridad de los vehículos de motor ha mejorado enormemente desde los tiempos de los cinturones de seguridad opcionales y los Ford Pintos explosivos. Sin embargo, las mismas características que han hecho más seguros a conductores y pasajeros han dificultado mucho el acceso de los primeros intervinientes a las víctimas de accidentes.
Un reportaje publicado en USA Today detalla algunos de los problemas a los que se enfrentan los primeros intervinientes a la hora de rescatar a víctimas de coches y camiones de modelos más recientes.
- Los airbags pueden ser peligrosos para los intervinientes si no se inflaron durante el accidente; muchos coches nuevos disponen de varios airbags, tanto para el conductor como para los pasajeros, y su ubicación varía.
- Las baterías de los vehículos híbridos pueden tener hasta 500 voltios en algunos cables, frente a los 12 voltios que producen las baterías de los coches convencionales.
- El acero de alta resistencia se utiliza para fabricar coches más ligeros y eficientes, y en realidad es más duro que el acero estándar, por lo que resulta más difícil de cortar para los bomberos.
- Los sistemas de arranque sin llave pueden hacer difícil saber si el motor del vehículo está en marcha, lo que plantea una serie de peligros diferentes para los primeros intervinientes.
Lea el artículo completo sobre cómo los bomberos están aprendiendo a utilizar herramientas de mandíbula y otros implementos de rescate en los coches más nuevos, o vea un ejemplo de su uso: a principios de este año, los bomberos rescataron sanos y salvos a 3 heridos de un accidente de tráfico en Portland en el que estaba implicado un vehículo híbrido.
