Una noticia aparecida la semana pasada en el Estado de Washington ofrece un buen ejemplo de posibles prácticas de mala fe en los seguros.
Hace cuatro años, Evelyn Bushnell ingresó en una residencia de ancianos de Kirkland, Washington, tras sufrir un derrame cerebral. A pesar de tener una póliza de residencia de ancianos desde 1986 de Medico Insurance Company, le denegaron la cobertura. La compañía defendió su decisión alegando un tecnicismo de la póliza que exigía que Evelyn hubiera estado hospitalizada tres días antes de su ingreso en la residencia.
Washington prohibió tales requisitos en 1987.
Como informó el Seattle Post-Intelligencer, el Tribunal de Apelación del Estado confirmó el error de la empresa en una sentencia dictada la semana pasada.
En 2009, un juez del Tribunal Superior del condado de King se puso de parte de la aseguradora y desestimó la demanda original. Fue presentada en nombre de Evelyn Bushnell por su hijo, Leroy, tras el fallecimiento de Evelyn. Aunque el tribunal de apelaciones dictaminó que la aseguradora se había equivocado al denegar la cobertura, devolvió la cuestión de la mala fe a un tribunal inferior.