Si le han hecho una radiografía, un TAC o una resonancia magnética en los últimos años, es muy probable que la hayan analizado fuera del hospital o incluso fuera de Estados Unidos.
Se trata de la práctica cada vez más habitual de "externalizar la radiología", es decir, encargar la lectura de radiografías, tomografías computarizadas y resonancias magnéticas a un radiólogo externo.
¿Es esto malo?
En cierto modo, tiene sentido enviar sus exploraciones radiológicas a un centro externo.
- El coste puede ser mucho menor para un radiólogo que atiende a muchos hospitales.
- Las radiografías y exámenes pueden devolverse rápidamente, incluso en mitad de la noche.
- Sus pruebas pueden ser revisadas por un especialista, una ventaja especial para los hospitales pequeños o rurales con menos personal.
Sin embargo, la externalización de la atención médica entraña algunos riesgos muy graves. ¿La mayor preocupación? No está claro qué médico debe proporcionar el diagnóstico.
¿Cómo puede un radiólogo que no tiene ningún contacto con usted, y poco o ningún contacto con su médico, tener algún contexto para diagnosticarle? ¿Cómo puede interpretar correctamente sus exámenes un médico que no está especializado en radiología? ¿Y si nadie junta todas las piezas? Entonces se queda con una imagen incompleta de su lesión o enfermedad.
La práctica de la radiología tiene 4 componentes, identificados por el Colegio Americano de Radiología
- Ver al paciente para asegurarse de que se solicitan las pruebas adecuadas
- Supervisión y control del examen
- Interpretación de los resultados del examen (el único paso que podría realizarse a distancia).
- Reunión con el médico y posiblemente con el paciente
La externalización de la radiología abdica de 3 de las 4 principales responsabilidades de los radiólogos.
Lea en algunas de las demandas por mala praxis radiológica en este artículo publicado el año pasado en la revista Self, que pone de relieve la evolución de los riesgos de la radiología.
