Una de las disposiciones más celebradas de la Ley de Asistencia Sanitaria Asequible ha sido la cobertura obligatoria de prestaciones dentales pediátricas. Con la expansión de Medicaid, también ha habido una población considerable de niños recién asegurados. Por desgracia, no todos los proveedores de servicios dentales aceptan Medicaid y los padres pueden tener pocas opciones a la hora de elegir un dentista pediátrico que acepte las prestaciones de Medicaid. Muchas de las clínicas dentales que aceptan Medicaid son de propiedad corporativa, en lugar de privada. Pero sólo porque el niño está en Medicaid y los padres no pueden permitirse el lujo de elegir otro proveedor, no significa que estos niños merecen atención inferior.
En el número de diciembre de 2013 de la revista Trial de la Asociación Americana para la Justicia, un artículo titulado "Los males de la odontología corporativa", sacó a la luz muchas circunstancias desafortunadas, incluyendo niños que fueron sujetados mientras eran tratados en un consultorio de una cadena dental corporativa. También se descubrió que estos consultorios realizaban procedimientos innecesarios e inseguros a los niños. Según un artículo del sitio web de PBS, otro grupo dental corporativo fue investigado por Medicaid, que encontró "coronas que no encajaban, caries sin tratar bajo una corona y nervios dejados al descubierto". Vea el artículo aquí: http: //www.pbs.org/wgbh/pages/frontline/health-science-technology/dollars-and-dentists/complaints-about-kids-care-follow-kool-smiles/
No sólo eran procedimientos innecesarios e inseguros, sino que se realizaba un número exorbitante de ellos, todo para aumentar los ingresos de las clínicas. A menudo, los grupos dentales ofrecían primas a los dentistas que facturaban por encima de una determinada cantidad. Algunos incluso despedían a los dentistas que no cumplían los "estándares de producción".
¿Cómo pueden los padres proteger a sus hijos? En primer lugar, deben saber que, diga lo que diga el personal del dentista , los padres pueden estar con su hijo en todas las intervenciones. Tienen todo el derecho a estar cerca de su hijo en la sala de tratamiento, y no hay directrices sanitarias que digan lo contrario. Véase http://www.aapd.org/media/Policies_Guidelines/G_Protective.pdf
En segundo lugar, si ven o sienten que un tratamiento no es lo mejor para su hijo, deben decirlo. Ambos artículos citaban ejemplos en los que los padres decían confiar en los dentistas y en la cadena dental corporativa para atender a sus hijos. Pero si un padre siente que algo no está bien, tiene derecho a interrumpir el tratamiento y buscar una segunda opinión.
Investigar un poco sobre el dentista o la cadena dental tampoco está de más. Con tanta información en Internet hoy en día, merece la pena investigar un poco más para que los padres estén tranquilos a la hora de elegir un dentista pediátrico.
