A principios de este mes, la familia de un joven de 18 años, Edgar Monserratt Martínez, que murió en un choque explosivo el 8 de mayo de 2018, presentó una demanda por homicidio culposo contra el fabricante de automóviles, Tesla, y uno de sus empleados del condado de Broward. La demanda alega que el coche era defectuoso y que un trabajador desactivó negligentemente un dispositivo instalado para limitar la velocidad del vehículo.
La demanda, presentada ante el Tribunal de Circuito de Broward, alega que el accidente en el que se vio implicado el sedán Tesla Model S de 2014 probablemente no se habría producido si el trabajador de un centro de servicio local no hubiera retirado un dispositivo para evitar que el vehículo superara las 85 mph. Los padres del conductor adolescente habían instalado el dispositivo antes y no tenían intención de quitarlo.
Martínez era el pasajero del asiento delantero cuando el Tesla, conducido por su compañero de clase Barrett Riley, circulaba a 116 km/h, perdió el control en una curva, chocó contra un muro de hormigón y estalló en llamas. Ambos fallecieron en el acto. El forense tuvo que utilizar los registros dentales para identificar los cadáveres. Martínez y Riley estaban a pocas semanas de graduarse en el instituto.
Unos meses antes del accidente, Riley había alcanzado los 112 mph y había sido multado mientras conducía el Tesla. Posteriormente, sus padres hicieron que el fabricante instalara un dispositivo que limitaba la velocidad máxima del vehículo a 85 mph. Sin embargo, un mes antes del accidente, un empleado, James Constantino, retiró el dispositivo sin avisar a la familia Riley.
La demanda afirma que, si los Riley lo hubieran sabido, "no habrían permitido que su hijo, Barrett Riley, condujera el vehículo". La demanda afirma además que, si no se hubiera retirado el dispositivo, Riley no habría circulado a tan alta velocidad, no habría perdido el control y no se habría estrellado; y, por tanto, tanto Riley como Martínez seguirían vivos.
La demanda también alegaba que el coche de lujo tenía una batería insegura y defectuosa, propensa a incendiarse de forma intensa e incontrolable. En concreto, la demanda alega que la batería defectuosa provocó el incendio y que el fabricante de automóviles "no advirtió a los compradores de sus vehículos de la peligrosa condición de la batería." El abogado Philip Corboy Jr. declaró que "[l]as baterías han estado causando problemas en Teslas de todo el mundo... Este ha sido un problema de larga duración con los coches Tesla".
La demanda solicita una indemnización no especificada por negligencia y exige un juicio con jurado.
En un comunicado enviado por correo electrónico, una portavoz de Tesla dijo que "[n]uestros pensamientos siguen estando con las familias afectadas por esta tragedia... Desafortunadamente, ningún coche podría haber resistido un choque a alta velocidad de este tipo". La portavoz de Tesla también dijo que introdujo su Modo de Límite de Velocidad el año pasado, que permite al propietario de un Tesla establecer límites de velocidad y aceleración para su vehículo. Esa actualización se produjo después del accidente mortal.
