A finales de 2014, todos los coches nuevos que se vendan en EE.UU. llevarán de serie grabadores de datos de sucesos, es decir, "cajas negras".
Las cajas negras no funcionan todo el tiempo, pero registran la información de tu coche durante un accidente, incluida:
- velocidad
- activación del freno
- despliegue del airbag
- posición del cinturón de seguridad
Hay buenas razones para recopilar estos datos. Las empresas automovilísticas utilizan los datos de la caja negra para estudiar la eficacia de los dispositivos de seguridad. Si resultas herido en un accidente de coche porque el airbag no se despliega a tiempo, un registro de esa información en la caja negra sería muy útil.
"Al comprender cómo responden los conductores en un choque y si los sistemas de seguridad clave funcionan correctamente, la NHTSA y los fabricantes de automóviles pueden hacer que nuestros vehículos y nuestras carreteras sean aún más seguros..."
Protección de datos
¿A quién pertenece la información que recoge su coche cuando conduce? Podría ser el fabricante, que la utiliza para controlar la seguridad, los investigadores de accidentes que extraen los datos de la caja negra, o incluso la compañía de seguros, que podría obtener esos datos tras un accidente.
¿Tendría que haber un accidente de coche para que se extrajeran los datos, o podrían comprobarse en cualquier momento? ¿Podría considerarse el seguimiento por GPS parte de la caja negra?
No hay respuestas, porque no existen normas federales sobre el uso permisible de esos datos. Y esa falta de normas es alarmante. Solo que no es tan alarmante como la muerte de 36.200 personas en las carreteras estadounidenses en 2012, la tasa de mortalidad más alta en años. La NHTSA debería utilizar los datos de las cajas negras para determinar la causa de estas muertes en accidentes de tráfico.
