En una reciente reunión profesional, un investigador, el Dr. Robert D. Vorona, de la Eastern Virginia Medical School de Norfolk, sugirió a sus colegas que retrasar una hora el horario de apertura de los institutos -dando a los chavales más tiempo para dormir- podría ayudar a reducir el número de accidentes de tráfico en los que se ven implicados adolescentes.
Como prueba, el Dr. Vorona citó una ciudad de Virginia en la que, después de que los institutos empezaran a abrir a las 8:40 de la mañana, el índice de colisiones entre los jóvenes de 16 a 18 años fue un 19,2% menor que en una ciudad adyacente en la que la hora de apertura era a las 7:20 de la mañana.
El Dr. Vorona añadió que él y muchos de sus colegas creen ahora que los adolescentes necesitan dormir más de nueve horas cada noche, y que las consecuencias de un sueño insuficiente incluyen somnolencia diurna excesiva, trastornos del estado de ánimo e incluso posibles ideas suicidas.
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El mensaje para los padres de adolescentes que ahora conducen es que se aseguren de que duermen lo suficiente o no les den las llaves del coche.