Progressive American Insurance ("Progressive") resolvió recientemente una demanda por mala fe con los tutores de un niño lesionado en un accidente de automóvil por Earl Lloyd, titular de una póliza de Progressive. Progressive se enfrentaba a la responsabilidad de una sentencia subyacente de 22,7 millones de dólares contra Lloyd, que había comprado a la aseguradora una póliza de automóvil de 10.000 dólares. La demanda por mala fe alegaba que Progressive no había advertido a Lloyd de la importancia de realizar una declaración jurada financiera. Si Lloyd hubiera ejecutado la declaración jurada, el demandante habría aceptado supuestamente los límites de la póliza del asegurado a cambio de una exoneración de Lloyd.
El caso subyacente surgió de un accidente automovilístico ocurrido en noviembre de 2008, cuando Lloyd golpeó a Wallace Mosley, un niño de 11 años, que iba en su patinete por la carretera. Al parecer, Lloyd circulaba a gran velocidad y el niño salió despedido casi 30 metros. Lloyd no informó inicialmente del accidente a Progressive, y la compañía de seguros no se enteró del accidente hasta 10 días después, cuando un abogado se puso en contacto con la compañía. El abogado incluso facilitó una copia del informe policial a Progressive.
Tras enterarse del accidente, Progressive asignó el asunto a un profesional de siniestros que hizo numerosos intentos de ponerse en contacto con Lloyd. La compañía emitió entonces una carta de reserva de derechos a Lloyd basada en su falta de notificación del accidente a Progressive; sin embargo, Progressive no denegó la cobertura. El 4 de diciembre de 2008, Progressive entregó al abogado de Mosley los 10.000 dólares del límite de la póliza de Lloyd. Luego, el 8 de diciembre de 2008, Lloyd finalmente se puso en contacto con Progressive.
Posteriormente, el abogado de Mosley entregó a Progressive una declaración jurada financiera de 12 páginas como condición para el acuerdo. En la carta de presentación que la acompañaba se informaba de que si la declaración jurada no mostraba activos visibles para Lloyd, Mosely firmaría un descargo de responsabilidad; si, por el contrario, no se ejecutaba el documento en el plazo de dos semanas, se interpondría una demanda. Progressive remitió la declaración jurada a Lloyd, así como otros intentos de correspondencia. Sin embargo, Lloyd declaró que Progressive no le explicó las consecuencias de no ejecutar el documento. Finalmente, Lloyd no ejecutó el documento y Mosley presentó la demanda el 5 de mayo de 2009.
El asunto fue a juicio en 2014 y se dictó una sentencia de 22,7 millones de dólares contra Lloyd. Posteriormente, Lloyd llegó a un acuerdo con Mosley por el que cedía su reclamación de mala fe contra Progressive a cambio de un acuerdo para no ejecutar la sentencia.
El caso de mala fe se inició en 2009, cuando Mosley también presentó una demanda contra Progressive por mala fe de terceros. La aseguradora solicitó un juicio sumario, pero fue denegado. El tribunal razonó que, en virtud de la legislación de Florida, Progressive tenía una relación fiduciaria con Lloyd, que le obligaba a abstenerse de actuar en función de sus propios intereses. El tribunal señaló además que, de hecho, Progressive no había enviado ninguna correspondencia que permitiera a Lloyd comprender las consecuencias. Dos semanas después de que el tribunal denegara la solicitud de sentencia sumaria de Progressive, la aseguradora llegó a un acuerdo sobre el asunto.
