Los avances duraderos en materia de conducción distraída -reducción de accidentes, lesiones y muertes- sólo se conseguirán educando a los conductores sobre los riesgos.
Los riesgos de la tecnología en las carreteras del país fueron el tema central de la reunión anual de la Governors Highway Safety Association (GHSA). El papel de la tecnología en la conducción distraída es indiscutible: hablar por teléfono mientras se conduce multiplica por 4 las probabilidades de sufrir un accidente, y enviar mensajes de texto es significativamente peor.
La organización sin ánimo de lucro GHSA sugirió un cambio en la forma de pensar sobre la conducción, en lugar de centrarse en la tecnología para resolver el problema de la conducción distraída.
Conducir en modo avión
Un comisario de la Patrulla de Carreteras de California sugirió en la reunión de la GHSA que conducir debería ser como volar: habrá un periodo determinado de tiempo de viaje en el que no se hagan llamadas, se intercambien mensajes de texto ni se envíen correos electrónicos.
Esta forma de pensar requerirá un cambio cultural gradual: no podemos estar siempre disponibles para nuestros lugares de trabajo, o para nuestra familia y amigos. Cuando se conduce un vehículo de motor, no se está accesible.
Otras organizaciones, como la Fundación Casey Feldman, se han sumado a la causa con programas educativos nacionales como el proyecto End Distracted Driving.
Vea el reportaje sobre la conferencia de la GHSA en The Huffington Post.