El Departamento de Transportes de Oregón empezó a recopilar información sobre accidentes mortales de tráfico en 1946.
La semana pasada, The Oregonian creó un mapa con estos datos. Muestra la ubicación de todos los accidentes con cinco o más víctimas mortales.
Esto supone 47 accidentes en casi 70 años, apenas una fracción del número total de muertes por accidente de tráfico. No hay mucho que deducir de los patrones o ubicaciones a menos que seas un ingeniero de seguridad vial.
El verdadero valor está en los detalles del accidente y en los artículos sobre las víctimas.
...La única superviviente fue una niña de 6 meses.
Un grupo de adolescentes del área de Portland murió al chocar frontalmente contra una furgoneta. Los cinco hijos que viajaban en el vehículo resultaron heridos y presenciaron la muerte de sus padres.
Ocho mujeres viajaban en una furgoneta que colisionó con un camión; seis de ellas murieron. Las otras dos resultaron heridas, pero protegidas por los cuerpos de sus amigas.
Cada punto representa un accidente en el que murieron al menos cinco personas. Es decir, un mínimo de 235 personas que murieron de forma trágica e inesperada.
Son miles de padres, hijos, familiares, amigos, vecinos y compañeros de trabajo en duelo. Los supervivientes de estos accidentes también están profunda y permanentemente afectados.
En lo que va de año, ha habido 79 víctimas mortales de tráfico en Oregón. Esto supone un aumento de más del 40% respecto al mismo periodo de 2014.
Es una cifra inquietante. Y alrededor de esa cifra está el enorme círculo de personas cuyas vidas han cambiado por estas pérdidas.
Podemos contar el número de muertos en accidentes de tráfico, situarlos en un mapa y enumerar las causas. Pero no hay forma de calcular el efecto dominó de una muerte violenta y repentina.