La ley federal exige que todas las lentes de contacto, incluso las de uso cosmético, como las que sirven para cambiar el color de los ojos, sólo puedan comprarse con una receta válida. Sin embargo, muchas adolescentes han estado comprando lentes de contacto cosméticas ilegales para cambiar el color de sus ojos en tiendas de belleza locales. Los resultados pueden ser desastrosos.
A principios de este verano, los medios de comunicación informaron sobre una adolescente de Nueva York que necesitó un trasplante de córnea tras comprar unas lentes de contacto de color que se vendían ilegalmente en un salón de belleza local.
El principal peligro de estas lentes son las infecciones oculares catastróficas cuando las lentes de contacto no están bien adaptadas y los compradores no las cuidan adecuadamente (porque los vendedores no facilitan instrucciones adecuadas para el cuidado de las lentes).
