Cada año se extraen las muelas del juicio a miles de personas. Las muelas del juicio, que son el tercer grupo de molares, suelen extraerse en la adolescencia y hasta los veinte años. Las muelas no suelen atravesar la encía hasta la adolescencia o la veintena, y algunas muelas del juicio nunca llegan a salir y permanecen completamente en el tejido gingival.
Si los dientes erupcionan de las encías, puede ser doloroso. La extracción de los dientes no siempre es necesaria, pero es una medida preventiva habitual para evitar el apiñamiento, la erupción, la infección y el dolor. Retrasar la extracción también puede aumentar el riesgo de desarrollar complicaciones. El dentista o cirujano oral aconsejará a su paciente sobre las opciones en cuanto a la extracción después de realizar un examen y radiografías.
Aunque es una intervención frecuente, la extracción de las muelas del juicio conlleva riesgos, como todas las intervenciones quirúrgicas. Los hematomas, las hemorragias y la dificultad para abrir la boca también son riesgos, pero estas lesiones suelen resolverse durante la recuperación. También puede producirse "alveolitis seca", causada por la pérdida del coágulo sanguíneo de la zona de extracción. Aunque es increíblemente doloroso, el alveolo seco no es una lesión permanente. Las lesiones permanentes pueden incluir astillas de hueso, fracturas de mandíbula y lesiones del nervio lingual. La mandíbula inferior también está llena de terminaciones nerviosas que nos permiten saborear y sentir la textura con la lengua. Es difícil calcular la frecuencia de las lesiones del nervio lingual porque el grado de la lesión y los síntomas resultantes pueden variar mucho.
Una lesión del nervio lingual es un acontecimiento devastador para la persona lesionada. Algunas lesiones del nervio lingual se curan a los pocos días de la intervención y otras son permanentes. Aunque las lesiones del nervio lingual pueden producirse durante la extracción dental debido a la ubicación de los dientes, también pueden ser causadas por los instrumentos del dentista. Una vez que el nervio lingual se lesiona al ser cortado o mellado por un taladro u otro instrumento, es probable que el paciente experimente cierto grado de entumecimiento, dolor, hormigueo o falta de sensibilidad en esa zona de la boca. Aunque los dientes estén inclinados, sean difíciles de extraer, estén infectados o el paciente haya retrasado la extracción, el dentista o cirujano oral debe tener el mismo grado de cuidado y tratar de minimizar los riesgos y daños para el paciente durante la extracción.
Las lesiones del nervio lingual durante la extracción de un diente son algo que todo el mundo debe tener en cuenta a la hora de decidirse a extraer las muelas del juicio. Al elegir un dentista o cirujano oral, averigüe cuántos de estos procedimientos el dentista o cirujano oral ha hecho, si tienen experiencia en la extracción de dientes impactados, y si alguna vez han tenido una demanda por negligencia presentada en su contra.
También es imprescindible preguntar al dentista las expectativas de recuperación tras la extracción. Aunque las lesiones de la cirugía pueden curarse en unos días o semanas, el daño del nervio lingual puede ser permanente.
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