Cada día, accidentes de tráfico y otros trágicos sucesos dejan a sus víctimas paralizadas para el resto de su vida. Hay 250.000 estadounidenses que sufren una lesión medular y el 37% de ellas son causadas por accidentes de tráfico cada año. De estos lesionados, la mitad son parapléjicos.
Con unos costes medios de por vida para los parapléjicos de 400.000 dólares y un 48% estimado de víctimas de lesiones medulares (LME) sin seguro, el impacto de esta lesión debilitante se magnifica. Por desgracia, el 63% de los lesionados medulares están desempleados 8 años después de la lesión, por lo que ganarse la vida para cubrir esos gastos es difícil.
Hasta ahora, estas víctimas tenían muy pocas esperanzas de recuperar la movilidad perdida por la lesión.
Sin embargo, los nuevos avances en la terapia de estimulación eléctrica para parapléjicos resultan prometedores. Susan Harkema, neurocientífica de la Universidad de Louisville, supervisó un estudio reciente sobre la estimulación eléctrica aplicada y su efecto en las vías nerviosas tras una lesión.
Durante cinco años, el equipo de Harkema aplicó estimulación eléctrica a hombres paralíticos con la médula espinal rota. Sorprendentemente, los cuatro pacientes pudieron desarrollar el movimiento. Era la primera vez que la estimulación eléctrica permitía a un paciente moverse voluntariamente tras una lesión medular paralizante. El nivel de movimiento recuperado varió: los participantes pasaron de estar paralizados a poder mover los dedos gordos de los pies, levantar y balancear las piernas y subir y bajar los tobillos sin apoyo.
Actualmente, la estimulación sólo puede activar un grupo muscular a la vez. Sin embargo, los pacientes ya muestran una mejora espectacular de la función vesical, intestinal y sexual. Aunque cosas como levantar una pierna pueden parecer insignificantes para las personas sin discapacidad, estos sencillos movimientos dan a las víctimas de lesiones medulares una sensación de libertad e independencia increíblemente significativa.
Un aspecto importante de esta investigación es la esperanza que ha dado a las personas paralizadas por una lesión medular.
Saber que existe una posibilidad razonable de que puedan recuperar la movilidad puede darles la motivación para caminar 10 pasos más en fisioterapia o hacer una hora más de elevación de piernas. Y, con suerte, esta investigación no ha hecho más que arañar la superficie de lo que es posible.
