He seguido de cerca las investigaciones sobre lesiones cerebrales traumáticas en jugadores de la NFL. En consecuencia, no me sorprenden, pero sí me alarman, los detalles de un nuevo estudio de la Academia Americana de Neurología. Demuestra lo que se sospechaba desde hace tiempo: los ex jugadores de la NFL tienen cuatro veces más probabilidades de morir de enfermedades cerebrales como el Alzheimer y la ELA.
Un hallazgo sorprendente del estudio fue que la posición del jugador afectaba a su probabilidad de desarrollar una enfermedad neurodegenerativa. Los futbolistas en posiciones de velocidad -como los running backs- tenían incluso más probabilidades que los linieres de morir de enfermedades que afectan a las neuronas del cerebro.
El estudio de casi 3.500 jugadores retirados de la NFL no tuvo en cuenta el historial de conmociones cerebrales u otras lesiones en la cabeza de los jugadores. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades han seguido a este grupo de jugadores durante más de una década; todos jugaron al menos cinco temporadas entre 1959 y 1988. Parece poco probable que las conmociones cerebrales se diagnosticaran y trataran correctamente durante gran parte de ese tiempo.
La encefalopatía traumática crónica (ETC), un trastorno cerebral, se ha relacionado recientemente con varios jugadores de la NFL fallecidos que sufrieron graves lesiones en la cabeza durante sus carreras. La encefalopatía traumática crónica tiene algunos puntos en común con el Alzheimer y la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), pero no se ha investigado lo suficiente como para establecer vínculos concluyentes. Sin embargo, cada vez es más evidente que los traumatismos cerebrales repetidos están asociados de algún modo a estas enfermedades neurodegenerativas en
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La salud y la seguridad de los jugadores profesionales de fútbol americano, incluido el riesgo de conmociones cerebrales y lesiones en el cerebro y la columna vertebral, ha sido un problema constante para los deportistas retirados. La NFL está siendo demandada por más de 2.000 ex jugadores que afirman que la liga conocía los peligros de las conmociones cerebrales y ocultó información sobre los efectos de los traumatismos craneoencefálicos repetidos. La liga niega esta afirmación y sostiene que los expertos médicos todavía están tratando de determinar los efectos a largo plazo de las conmociones cerebrales.
Véase también:
Las demandas por lesiones cerebrales en la NFL plantean dudas sobre el futuro de la liga