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¿Por qué los estadounidenses son más distraídos que los europeos?

Casi el 70% de los estadounidenses de entre 18 y 64 años admite haber hablado por teléfono mientras conducía en los últimos 30 días. Un 30% admite haber enviado mensajes de texto.

Conducir distraído es mucho más frecuente en Estados Unidos que en Europa, según un estudio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. El estudio, que comparó a conductores de 7 países europeos y de EE.UU., concluyó que para muchos estadounidenses utilizar el móvil mientras conducen un vehículo de motor se ha convertido en una cuestión de costumbre, sin tener en cuenta el peligro.

En Gran Bretaña, donde existen leyes estrictas contra su uso, sólo el 21% admitió hablar por teléfono mientras conducía.

Una explicación de esta disparidad es que muchos países europeos han adoptado leyes de ámbito nacional sobre el uso del móvil mientras se conduce. En Estados Unidos, las leyes varían según el estado e incluso la ciudad. Aunque muchos estados, entre ellos Oregón y Washington, han prohibido el uso de dispositivos de comunicaciones móviles a los conductores, las leyes no son en absoluto uniformes. La aplicación de la ley por parte de la policía varía mucho, al igual que la multa o la sanción.

Existe una sorprendente laxitud cultural sobre este tema. La inmensa mayoría de los expertos en salud y seguridad coinciden en que hablar por el móvil, enviar mensajes de texto y navegar por Internet mientras se conduce es peligroso. Las estadísticas demuestran que nuestros dispositivos móviles distraen universalmente: incluso el uso de un dispositivo de manos libres puede ser una distracción importante.

La realidad es que enviar mensajes de texto mientras se conduce un coche es al menos seis veces más peligroso que conducir ebrio.

Hace unas décadas, las sanciones por conducir bajo los efectos del alcohol empezaron a aumentar drásticamente, sobre todo gracias a la presión social de grupos como Madres contra la Conducción Bajo los Efectos del Alcohol (MADD) y otros. En aquella época, al menos el 60% de los accidentes de tráfico -y la mayoría de los mortales- estaban relacionados con las drogas o el alcohol. Ahora esa cifra está más cerca del 30%: sigue habiendo demasiados heridos y muertos, pero se trata de un cambio enorme en poco tiempo.

¿Cuánto tiempo pasará antes de que veamos el mismo cambio de actitud con respecto a la conducción distraída?

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