La semana pasada, un jurado federal de Miami determinó que Royal Caribbean Cruises Ltd. debe 3,38 millones de dólares a la familia de un pasajero que murió de un ataque al corazón a bordo de uno de sus barcos en 2016.
Richard Puchalski estaba celebrando su 70 cumpleaños con su familia en un crucero por Alaska cuando empezó a sufrir un incidente cardíaco. Los abogados de la familia Puchalski argumentaron, y el jurado estuvo de acuerdo, que la doctora Amanda Saunders, médico del barco, cometió varios errores que convirtieron el grave incidente cardiaco en un infarto mortal.
En la demanda se afirmaba que Puchalski acudió a la enfermería del Explorer of the Seas el 31 de julio de 2016 con dificultad para respirar. El Dr. Saunders encontró un "infarto septal, de edad indeterminada", y le dio a Puchalski medicación y lo envió de vuelta a su habitación. La demanda argumentaba que el Dr. Saunders debería haberse puesto en contacto con su familia y haberle retenido para hacerle más pruebas, o incluso haberle trasladado a un hospital en tierra.
Aproximadamente media hora después de que Puchalski regresara a su habitación, se desplomó. Llegaron dos enfermeras para ayudarle, pero no pudieron levantarle. Además, las enfermeras no le proporcionaron ningún tratamiento. Finalmente, con la ayuda de personal adicional del barco, pudieron llevar a Puchalski al centro médico de a bordo; sin embargo, "hubo un retraso significativo adicional antes de que fuera transportado a tierra". Finalmente, Saunders ordenó su traslado a un hospital de Juneau, Alaska. Murió cuatro días después.
Se determinó que los daños ascendían a 34.390 dólares en gastos médicos y 4,8 millones en pérdida de compañía, así como en dolor y sufrimiento. El jurado dictaminó que hubo negligencia por parte de Royal Caribbean y de Puchalski, pero consideró que Royal tenía un 70% de culpa. Por consiguiente, se determinó que la compañía de cruceros debía 3,38 millones de dólares a la herencia de Puchalski.
La familia de Puchalski es una de las muchas que han expresado su preocupación por la atención médica a bordo de los cruceros. Hay numerosos litigios pendientes contra Royal y otras líneas de cruceros por daños supuestamente causados por una atención inadecuada o negligente. Royal Caribbean tiene pendiente otra demanda después de que una pasajera muriera por complicaciones diabéticas tras un crucero en 2017 debido a la dudosa atención médica que recibió a bordo. Cynthia Braaf, que estaba de crucero para celebrar su30 aniversario de boda, comenzó a sufrir complicaciones de su diabetes varios días después de su crucero de finales de 2017. Su marido se puso en contacto con la enfermería del barco y alertó a los médicos de que su mujer se sentía débil y aletargada, y tenía dificultad para hablar.
El centro médico diagnosticó a Braff cetoacidosis diabética, una enfermedad grave pero tratable. En una hora y media, su estado empeoró. Cuando el barco regresó a puerto un día y medio después, fue trasladada inmediatamente al Broward General Hospital, donde falleció varios días después. En la demanda presentada contra Royal se alega que la compañía actuó con negligencia porque los médicos no evaluaron adecuadamente su estado y no la evacuaron.
