Dos asesores presidenciales en materia de cáncer que forman parte de un grupo de expertos publicaron la semana pasada un informe en el que instan al gobierno federal a hacer mucho más para proteger a los estadounidenses de diversos riesgos ambientales de cáncer.
Disponible en el siguiente enlace, el informe concluye que "la verdadera carga del cáncer inducido por el medio ambiente se ha subestimado enormemente". Uno de los principales motivos de preocupación citados fueron las decenas de miles de sustancias químicas comercializadas en Estados Unidos que son cancerígenas. Como ejemplo, el informe destacaba el bisfenol A (BPA), que se encuentra en muchos productos de consumo y sigue sin estar regulado en Estados Unidos, a pesar de la creciente relación entre el BPA y varios tipos de cáncer.
Otros carcinógenos ambientales comunes mencionados son el radón natural y subproductos de fabricación y combustión como el formaldehído y el benceno.
También se citó como fuente creciente de radiaciones cancerígenas el diagnóstico médico por imagen, que actualmente representa el 36% de la exposición total a la radiación de los estadounidenses.