Tras una serie de accidentes mortales causados por conductores distraídos por el envío de mensajes de texto y otros usos del teléfono móvil(como el choque múltiple de camiones y coches ocurrido en agosto de 2010 en Misuri, en el que murieron dos personas y que los investigadores atribuyen ahora al envío de mensajes de texto), la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) ha instado a los estados a aprobar leyes que prohíban totalmente el uso del teléfono móvil mientras se conduce, incluido el manos libres.
Como observó acertadamente Deborah Hersman, presidenta de la NTSB, aunque la recomendación sería probablemente impopular entre los conductores acostumbrados a usar el móvil al volante, "[n]ingún correo electrónico, ningún texto, ninguna actualización, ninguna llamada vale una vida humana".
Aunque la recomendación de la NTSB no es vinculante para los Estados, tiene un peso significativo.
Una segunda recomendación emitida por la NTSB instaba a los estados a aplicar enérgicamente las prohibiciones vigentes sobre los mensajes de texto y el uso de teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos portátiles durante la conducción. Sin aplicación, incluso las leyes más estrictas tienen poco efecto. Los proyectos piloto de Syracuse (Nueva York) y Hartford (Connecticut), en los que se intensificaron las multas y las iniciativas públicas, han demostrado el efecto positivo de una mayor aplicación de la ley, y han provocado un descenso significativo del uso del teléfono móvil para enviar mensajes de texto o hablar.