Un jurado de Nuevo México ha concedido 54 millones de dólares a la familia de una mujer que murió en una residencia de ancianos: 4 millones en indemnizaciones y 50 millones en daños punitivos. La mujer había muerto de una hemorragia interna y los abogados de su familia presentaron pruebas de que la hemorragia llevaba varios días sin respuesta.