
Un jurado de Nueva Jersey concedió a una joven y a su familia 17 millones de dólares por un incidente que le causó daños cerebrales permanentes. El veredicto se produjo tras seis semanas de juicio con jurado.
A la edad de siete años, Kelsey Heaney fue ingresada en el Jersey Shore University Medical Center por una neumonía según el New Jersey Law Journal. Tras someterse a una operación de pulmón, fue conectada a un respirador artificial durante 10 días. Los documentos judiciales muestran que Kelsey estaba en proceso de recuperación completa hasta que el médico le retiró el respirador demasiado pronto.
Kelsey seguía sedada cuando le retiraron el respirador, lo que la dejó incapaz de respirar por sí misma. Entró en parada cardiaca y sufrió hipoxia, una afección que se produce cuando una cantidad insuficiente de oxígeno llega a los tejidos del cuerpo. Como consecuencia, la parte del cerebro de Kelsey que procesa la información resultó dañada. El sitio Ashbury Park Press informó de que Kelsey, que ahora tiene 16 años, depende de los cuidados de otras personas y necesita un ayudante a tiempo completo para asistirla en la escuela.
La familia Heaney demandó al médico, a su empleador y al hospital por no prestar la atención adecuada. El proceso duró casi siete años y puede que aún no haya terminado. El centro médico planea apelar la decisión del jurado.
El veredicto incluía 10 millones de dólares por gastos médicos, 5 millones por dolor y sufrimiento y 2 millones por lucro cesante futuro. La defensa no propuso ningún acuerdo en ningún momento del juicio ni durante el mismo.
En el juicio, los peritos médicos presentaron pruebas de que el médico y el personal médico pasaron por alto los indicios de que Kelsey no estaba preparada para desconectarla del respirador. Los expertos de la defensa rebatieron que la decisión del médico de desconectar a Kelsey del respirador estaba dentro de la norma de cuidado. Durante el juicio, la defensa también planteó dudas sobre el grado de daño cerebral de Kelsey.