Como se informa en MedPage Today, un estudio reciente descubrió que los niveles de plomo en sangre al menos un 50% por debajo del nivel actualmente recomendado por el Centro de Control de Enfermedades se asociaban con un mayor comportamiento antisocial y peores resultados en las pruebas estandarizadas de los niños.
La razón por la que los niños corren especial riesgo de sufrir problemas derivados de la exposición al plomo es que el metal se absorbe más fácilmente en sus cuerpos y tejidos en desarrollo. Como explican los investigadores, los niños absorben hasta el 50% del plomo que ingieren, en comparación con los adultos, que sólo absorben entre el 10% y el 15%. Una vez en el organismo, el plomo tiende a afectar al sistema nervioso periférico en los adultos, pero puede causar daños permanentes al sistema nervioso central en los niños.