La Comisión de Seguridad de los Productos de Consumo advirtió a principios de mes de que los fulares portabebés -que los padres se ponen al cuello para llevar a sus bebés- pueden entrañar riesgo de asfixia.
La CPSC declaró además que está investigando al menos 14 muertes asociadas a portabebés tipo cabestrillo, tres de ellas en 2009. Doce de las muertes afectaron a bebés menores de cuatro meses. La CPSC señaló que muchos de los bebés que murieron en portabebés eran gemelos de bajo peso al nacer, habían nacido prematuramente o tenían problemas respiratorios, como un resfriado. Por ello, instó a los padres de bebés prematuros, gemelos, de salud frágil y de bajo peso a extremar las precauciones y consultar a sus pediatras sobre el uso de los fulares.
Actualmente no existen normas de seguridad federales que regulen los portaeslingas.
A finales de mes, Infantino, un importante fabricante de portabebés, anunció que retiraba del mercado un (1) millón de portabebés vendidos en Estados Unidos. En el comunicado correspondiente, la CPSC instaba a los consumidores a dejar de utilizar inmediatamente los fulares para bebés menores de cuatro meses por riesgo de asfixia.
Infantino ofrece un producto de sustitución a los padres que se pongan en contacto con ellos.