La implicación de los padres es uno de los factores más importantes para mantener la seguridad de los conductores adolescentes.
Pero la mayoría de los padres damos por sentado que nuestros hijos adolescentes son mejores conductores y más seguros de lo que realmente son.
Según una encuesta de AT&T, el 89% de los adolescentes contestan a los mensajes de texto o al correo electrónico en menos de cinco minutos aunque estén conduciendo un coche.
En consecuencia, somos demasiados los que no hablamos con nuestros hijos adolescentes sobre los buenos hábitos de conducción y la seguridad de los vehículos de motor.
Comprométete a hacer de tu hijo un conductor más seguro
- Dé buen ejemplo. Demuestre hábitos de conducción seguros: concéntrese en la carretera y respete el límite de velocidad.
- Confía, pero verifica. Los sistemas de supervisión de vehículos y las aplicaciones pueden ayudar a controlar la conducción de tu hijo adolescente durante el crucial periodo de aprendizaje.
- Consigue un acuerdo de conducción segura entre padres e hijos adolescentes. Este contrato de los CDC establece normas claras y es un buen recordatorio de la responsabilidad que conlleva conducir un vehículo de motor.
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