Según la Comisión para la Seguridad de los Productos de Consumo (CPSC), en las dos últimas décadas han muerto en Estados Unidos más de 200 niños por estrangulamiento en accidentes relacionados con cuerdas de persianas y estores. Este tema ha vuelto a ser noticia esta semana: el Chicago Tribune escribió sobre las tragedias reales que ilustran por qué es tan esencial eliminar el riesgo de las cortinas con cordones.
El peligro potencial de los cordones de las ventanas es bien conocido desde hace años. A pesar de los esfuerzos de educación de los consumidores y de los millones de productos para ventanas retirados del mercado, la tasa anual de mortalidad infantil se ha mantenido constante; sin embargo, los fabricantes de revestimientos para ventanas se muestran reacios a eliminar el peligro de sus productos. Según la legislación federal vigente, la CPSC no puede imponer requisitos de seguridad obligatorios a menos que pueda demostrar que las directrices de seguridad voluntarias son ineficaces o que la mayoría de los fabricantes no las cumplen.
Los organismos reguladores y los defensores de la seguridad han intentado retirar los productos, pero a menudo pasan desapercibidos para muchos consumidores, y en realidad no eliminan el peligro de estrangulamiento de las persianas. En 2009, se retiraron millones de cortinas romanas después de que se notificaran a los reguladores cinco muertes y 16 casi estrangulamientos en los productos durante un periodo de tres años.
Más información sobre el estrangulamiento por cuerda de ventana en Parents for Window Blind Safety
Escuche la entrevista de KXL Radio con el abogado Tom D'Amore sobre consejos de seguridad y responsabilidad en caso de que los niños se caigan por las ventanas.