Los medios de comunicación informaron el lunes de que una cuerda de seguridad ayudó a salvar la vida de un limpiacristales que cayó ocho pisos desde un edificio del centro de la ciudad. El trabajador habría muerto sin duda, pero la cuerda de seguridad se enganchó a algo en el segundo piso y amortiguó el impacto cuando cayó al suelo. Como resultado, sólo sufrió una lesión que no puso en peligro su vida: la rotura del dedo meñique.
Vea la cobertura mediática aquí (Seattle Post Intelligencer) y aquí (que incluye un vídeo de la caída).