Una auditoría sobre el estado de las calles y la gestión de las carreteras de Portland es sorprendentemente dramática. La auditoría de la Oficina de Transporte de Portland concluye que la ciudad "no ha protegido adecuadamente el estado del pavimento de las calles...", señalando que el mantenimiento preventivo no ha sido una prioridad de la ciudad.
- Más de un tercio de las calles de la ciudad están en "mal estado"
- Alrededor del 10% están en "muy mal estado", lo que significa que no se pueden reparar.
- El coste estimado sólo para reparar y reconstruir las calles existentes es de 750 millones de dólares en los próximos 10 años.
Arreglar las calles consideradas en "mal estado" cuesta mucho más dinero que mantener las calles en buen estado.
Portland no es la única: muchas ciudades tienen la mala costumbre de arreglar primero las peores calles. Cuando bajan los ingresos -como ha ocurrido-, los escasos fondos se destinan a arreglar unas pocas calles en vez de mantener todas las demás en condiciones.
La financiación del mantenimiento de las carreteras ha estado compitiendo con grandes proyectos como la sustitución del puente de Sellwood (86 millones de dólares) y la ampliación del metro ligero de Milwaukie (Oregón) (55 millones de dólares).
Esto es alarmante para muchos oregoneses. Las carreteras agrietadas y en mal estado no solo son un problema para el tráfico, sino que además dañan y desgastan los vehículos y son un factor que influye en numerosos accidentes de bicicleta y de coche.
Todos pagaremos las carreteras, de una forma u otra.
Los conductores de EE.UU. pagan una media de 400 dólares al año en deterioro del vehículo, mantenimiento y aumento del coste de la gasolina por el mal estado de las carreteras.